OCHO ESCUELAS O MODELOS
DE CONSTRUCCIÓN DRAMÁTICA.
Como dice el refrán, “cada maestrillo, con su librillo”, es decir, cada
profesional utiliza su propio sistema para, al final, alcanzar la misma meta. A
continuación, expondré muy resumidamente ocho modelos diferentes —todos ellos
válidos— para construir una estructura sólida.
Las olas de Seger:
En
mi mágica tierra gallega, entre los municipios de O Grove y Sanxenxo existe una
playa de finísima arena blanca bañada por el océano Atlántico que se llama A
Lanzada. Cuenta la leyenda que, en las noches de luna llena, las mujeres
estériles que acudían a rendir pleitesía a la diosa de la Fertilidad y tomaran un
baño de nueve olas en sus arenales, conseguirían quedar encinta. La
estadounidense Linda Seger —seguramente
en busca de similar fertilidad para el análisis de sus guiones, comienza examinando
todas sus estructuras dibujando tres olas en donde,
cada una de las tres concavidades representa un acto (la segunda ola es el
doble de grande que cada una de las otras dos).
Para formar esas tres olas se necesitan cuatro crestas:
Catalizador, Primer Punto de Giro, Segundo Punto de Giro y Final. O sea, poco
más o menos lo que ya hemos avanzado en el apartado anterior.
El paradigma de Field
El también norteamericano Syd Field propone un sencillo esquema de trabajo que descansa sobre su llamado "paradigma" estructural, definido por él mismo como «un modelo o esquema conceptual mediante el cual es posible visualizar la estructura del guion como un todo».
El paradigma también divide al guion en tres actos. Los
soportes divisorios entre los diferentes actos son los Puntos Argumentales
(PA1 y PA2) o “plot points” que define como “acontecimientos que cambian radicalmente el sentido de la acción”.
Una vez dispuesto el material según el paradigma, el guionista procede a
elaborar en detalle el principio, el fin y los dos puntos argumentales, las
cuatro unidades que constituyen la armazón básica del futuro guion. A
continuación, Field desarrolla una
sinopsis en cuatro páginas, conservando esta estructura, que completará una vez
desarrolle la biografía de los personajes. La escritura posterior la lleva a
cabo por medio de fichas y, por último, procede a la reescritura que dará lugar
a la primera versión del guion. Proporcionalmente, para un guion tipo de 90
minutos, Field propone un primer y
tercer actos de 20 o 25 minutos como máximo, dedicando al segundo los 45
minutos restantes.
El tratamiento de Swain.
Otro norteamericano, Dwight
Swain formula una nueva metodología que se puede resumir en cinco pasos:
1. El anclaje de la acción, donde el escritor construye el
bagaje histórico o “background” que explica el conflicto a desarrollar
en el presente film.
2. Elementos fundamentales de la historia, donde el
guionista establece el carácter de los personajes, las situaciones, los
escenarios de la acción y los tonos y atmósferas.
3. Principio y fin de la película, en donde el escritor
debe diseñar el gancho (the hook) que provoque el interés del espectador
y el compromiso (the commitment) del protagonista en relación con el
logro de su objetivo.
4. Las crestas (peaks) de la acción, donde el autor
planifica los puntos que marcan las confrontaciones del protagonista en su
lucha, teniendo en cuenta dos premisas: evitar lo predecible y espaciando las
crisis.
5. Resolución de situaciones pendientes, donde finalmente
el escritor libera o da salida a las tensiones latentes en los personajes.
Los diagramas de Comparato.
El guionista brasileño Doc Comparato trabaja con diagramas de acción abiertos. Según él,
un diagrama de acción “es el dibujo de la curva dramática de una estructura”,
proponiendo además que “cada autor puede hacer la suya: es una buena manera
de visualizar si nuestra estructura es buena o no” En la siguiente figura vemos un diagrama de estructura clásica.
Los puntos que generan la curva total de la estructura clásica nos muestran el crescendo emocional que deseamos en el público. No obstante, este diagrama también se pude solapar en la estructura ordinaria de tres actos donde COMPLICACIÓN y CRISIS son nuestros dos puntos de giro clásicos. La curva entre ambos (Acto II) es lo que Comparato llama "Curva de Suspense".
La metodología de
Cucca:
Ante el pragmatismo de los
cuatro autores americanos precedentes, analizaremos ahora el enfoque teórico
del francés Antoine Cucca que divide la
construcción de un argumento en cuatro fases:
1.
Describir la idea: germen o “primera condición
creativa e interpretativa del autor” que debe cumplir los requisitos de ser
visual, emocional, creíble y universal.
2. Analizar posibilidades de la acción: o bien las
acciones hacen descubrir a los personajes, o bien —mucho más preferible— los
personajes general las acciones.
3.
Disponer las acciones: distinguiendo entre acciones de
base (que hacen avanzar la historia) y las acciones complementarias.
4.
Elaborar las acciones.
La estructura de estas
situaciones comporta, según Cucca,
la clásica división de tres momentos dramáticos: premisa (conjunto de
condiciones de los personajes al comenzar la situación), desarrollo
(conjunto de estas condiciones en busca de su modificación) y resolución.
El incidente de McKee.
Otro americano del que ya hemos hablado en alguna otra entrada del taller, Robert McKee, dice básicamente que el diseño de la estructura de un guion consta de cinco elementos. El incidente incitador es el primer gran acontecimiento del relato, causa principal de la historia que pone en marcha los otros cuatro elementos, a saber: las complicaciones progresivas, la crisis, el clímax y la resolución. Un sexto elemento vendría definido por la ambientación, «el mundo físico y social en el que se desarrolla nuestra historia». Para una película de 120 minutos propone un primer acto de 30, un segundo de 70 y un tercero de 20 minutos, aproximadamente. Como veis, los mismos perros con distintos collares.
La premisa de Egri.
El más sintético de todos.
Según el modelo del húngaro Lajos Egri la premisa es lo
que el autor quiere decir con su obra y debe ser formulada como una
proposición, es decir, debe estar formulada de tal forma que contenga en sí
misma al personaje principal, al conflicto principal y al desenlace de la obra.
Por ejemplo: “El gran amor desafía a la
muerte”.
En este caso, el sujeto (el gran amor) —¿Romeo y Julieta?— presupone la existencia de dos o más protagonistas que se aman pero se hallan inmersos en un conflicto (desafía a la muerte). Según Egri, una premisa claramente construida une el tema escogido por el escritor con los elementos básicos para la construcción del drama.
La premisa es, por lo
tanto, una síntesis en miniatura —un logline—o, metafóricamente hablando, una hipótesis
cuya veracidad se encargara de probar la obra, de la misma forma que un teorema
garantiza la veracidad de su suposición a través de la prueba.
Es la misma anotación que de su sueño recurrente había hecho Erich Segal: «Un hombre ama a una mujer». Y, como estamos hablando de cine, ello ya presupone que dicho amor no será un camino de rosas, sino que va a provocar un conflicto.
Propuesta de ejercicios:
Utilizando la estructura trabajada en el ejercicio de la semana anterior, comparad una a una si se ajustan a los 7 modelos de construcción dramática tratados en esta clase y anotad semejanzas y diferencias. La idea es que os familiaricéis con los bosquejos de estructura para que, con el tiempo, uséis la forma de trabajar que os resulte más cómoda o, incluso, desarrolléis un esquema propio.
La semana que viene, para finalizar el apartado de la estructura, me detendré a explicar más detalladamente —dada su gran utilidad para la escritura— la llamada estructura del "Viaje del Héroe" creada por el americano Christopher Vogler.
Hasta entonces, ¡sed felices!