«Básicamente
un guion debe tener tres cualidades esenciales: Logos, Pathos y Ethos».
(Doc Comparato, El Guion, Arte y Técnica de escribir
para cine y televisión)
■ Tercer peldaño: LA SINOPSIS.
El
tercer peldaño de nuestra particular escalera de papel es la sinopsis.
Sinopsis, del latín
synopsis, y esta del griego σύνoψις (de σύν, con,
y Oψις, vista), quiere decir “vista de conjunto”. Y, para
poder percibirla de un vistazo, nada mejor que desarrollarla en una página a
doble espacio. En mis sinopsis de trabajo nunca utilizo más de una página
porque así me obligo a resumir.
En este estadio es fundamental tener las ideas muy claras y conseguir apartar el grano de la paja. Ya llegará el momento de desarrollarlo, pero ahora debemos ir al grano, a lo fundamental, sin perdernos con rodeos y enredos que no harán más que estorbar y ocultarnos el buen camino.
CUANTO MÁS CONSIGA CONDENSAR Y SINTETIZAR MI ARGUMENTO,
MENOS DIVAGARÉ.
En este estadio es fundamental tener las ideas muy claras y conseguir apartar el grano de la paja. Ya llegará el momento de desarrollarlo, pero ahora debemos ir al grano, a lo fundamental, sin perdernos con rodeos y enredos que no harán más que estorbar y ocultarnos el buen camino.
Es lo que llamaremos sinopsis breve. La
sinopsis larga o sinopsis argumental puede tener hasta unas cinco páginas y debe desarrollar con más
detalle toda la información relativa al tiempo, localización, perfil de los
personajes principales y progreso de la acción del futuro guion. No obstante,
yo solo escribo una sinopsis larga cuando me obligan: para entregar a un
productor, canal de televisión, institución, etc. Si no, insisto, una buena
página redactada lo más sinópticamente posible es suficiente.
Aconsejo
seguir los criterios de presentación de proyectos del ente público RTVE en los que siempre piden una
sinopsis breve de ciento cincuenta caracteres como máximo (nuestra síntesis) y otra larga, de un máximo de veinte
líneas (nuestra sinopsis).
Con todo, a pesar de su brevedad, una buena sinopsis
debe reflejar las tres cualidades que Comparato le presupone al guion: Logos (la palabra), es decir, su estructura
formal. Pathos (el drama), o sea, la acción o argumento de la historia
que deseamos narrar. Ethos (la ética), el significado, moraleja o
mensaje de la misma. Esas tres cualidades deben estar ya presentes en la
sinopsis.
Logos.
Sobre la estructura básica de la síntesis ya escrita (o el story-line que dirán los anglófilos) debemos desarrollar nuestra sinopsis, ampliando y completando la información expuesta en aquella pero siempre siguiendo el orden establecido (véase también el cuarto peldaño sobre “La estructura”) y sin dejar de utilizar nunca nuestro “pero” y nuestro “sin embargo”. Es decir:
CA + PPG + SPG + FIN
Catalizador
de apertura, más Primer Punto de Giro (PERO), más Segundo Punto de Giro (SIN
EMBARGO), más Final.
Muy
sucintamente:
En la Verona del siglo XVI, en el transcurso de una
fiesta, Romeo y Julieta se enamoran y se juran amor y fidelidad eterna. PERO sus familias no aprueban esa unión ya
que llevan años enemistadas, por lo que Romeo, con la ayuda de Fray Lorenzo,
urde un plan para casarse y fugarse con ella. El fraile, en connivencia con
Julieta, le suministra un bebedizo que la hará pasar por muerta para, una vez
en la cripta, salir al encuentro de su joven esposo. SIN EMBARGO, el fraile no llegará a tiempo de avisar a Romeo
quien, creyéndola realmente muerta, se suicidará. Al recuperar el conocimiento,
Julieta descubre el cadáver de su amado y optará por seguir su mismo camino,
acontecimiento que emocionará a ambas familias, por fin unidas ante la trágica
desaparición de sus hijos.
Obviamente,
el ejemplo anterior es demasiado breve para una sinopsis de trabajo reglamentaria.
Pero nos servirá aquí como ejemplo.
Pathos.
Recurramos de nuevo al diccionario de la Real Academia que define el término “sinopsis” como “exposición general de una materia o asunto, presentados en sus líneas esenciales”.
¿Cuáles
son las líneas esenciales y suficientes para detallar nuestra historia? Pues
sin duda un buen truco es responder a las preguntas con las que, según la
técnica de la pirámide invertida,
todo periodista estructura un reportaje o noticia: las cinco W, como son denominadas en el mundo
anglosajón: What (qué), who (quién), when (cuándo), where
(dónde), why (por qué), añadiendo a
la lista una sexta, how (cómo).
Pero,
en nuestra sinopsis, estas seis preguntas tendrán un orden natural distinto, a
saber:
DÓNDE, CUÁNDO, QUIÉN, QUÉ,
POR QUÉ, CÓMO
Es
decir:
(Dónde) En
la Verona (cuándo) del siglo XVI, en el transcurso de una fiesta, (quién) Romeo y Julieta (qué) se enamoran y se juran amor y
fidelidad eterna. Pero sus familias no aprueban esa unión (por qué) ya que llevan años enemistadas,
por lo que Romeo, con la ayuda de Fray Lorenzo, urde un plan para casarse y
fugarse con ella. (Cómo) El
fraile, en connivencia con Julieta, le suministra un bebedizo que la hará pasar
por muerta para, una vez en la cripta, salir al encuentro de su joven esposo
(...)
Ethos.
¿Qué es lo que realmente queremos contar con este argumento? Sin duda una historia romántica, en este caso que el amor triunfa por encima de la muerte y todo lo puede, incluso unir a dos familias eternamente enemistadas.
O sea:
(...) Julieta descubre el cadáver de su amado y optará
por seguir su mismo camino, acontecimiento que emocionará a ambas familias, por fin unidas ante la trágica desaparición de sus
hijos.
No
se trata aquí de mandar mensajes o moralejas. Decía con mucho sarcasmo el
productor americano nacido en Bielorrusia Louis
B. Mayer, presidente de la MGM, que «si
quieres mandar un mensaje llama a la Western Union». Se trata más bien de
pensar el subtexto, lo que queremos expresar
entre líneas. Es decir, lo que deseamos que el espectador concluya o intuya implícitamente
a través de la historia sin que lo hayamos escrito explícitamente.
También
conviene pensar aquí, especialmente cuando trabajemos con argumentos polémicos
o escabrosos, cómo nos posicionamos ante nuestra historia. Nunca seremos
objetivos, no somos periodistas informando de un acontecimiento. Como autores,
poseemos una visión subjetiva y personal sobre nuestra historia y la contamos
siempre desde un determinado punto de vista. Es importante que recordemos esto
para tener muy claro de qué lado estamos y no errar la visión, enviando al
espectador un mensaje equivocado (y sin utilizar Western Union).
Un buen ejemplo es “El hundimiento” (Der
Untergang, Oliver Hirschbiegel,
2004), coproducción austro-italo-germana que narra los últimos días de Hitler en su bunker de Berlín desde el
punto de vista de la afectiva mirada de su secretaria Traudl Junge, lo que hace que la figura del dictador nazi cobre
cierta humanidad. Sin embargo, en ningún momento la historia justifica o hace
apología del nazismo, lo que sin duda sería un gravísimo error, sino todo lo
contrarío: a través de esa mirada humana, la película nos muestra la cara más
cruda del régimen de terror instaurado por un paranoico, encarnado
memorablemente por el actor Bruno Ganz.
Propuesta de ejercicios:
Con la síntesis realizada en el ejercicio de la semana pasada, desarrollad ahora una sinopsis (de una página como máximo) siguiendo las indicaciones señaladas más arriba.
La próxima semana comenzaremos a abordar el tema de la estructura, que nos llevará varios días de curso, la madre del cordero del guion y particular y divertido rompecabezas en el juego de escribir para el cine o la televisión. Hasta entonces, ¡sed felices!
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