Antes de nada, para quien no lo sepa, una SGR (Sociedad de Garantía Recíproca) es una entidad cuyo objetivo es prestar apoyo financiero a las pequeñas y medianas empresas mediante la concesión de avales que respalden su posición financiera frente a las entidades de crédito, los proveedores, clientes y Administraciones Públicas. Es decir, no prestan dinero, pero si avalan o garantizan operaciones financieras. Hay más de 20 Sociedades de este tipo en toda España. Una de ellas es Audiovisual Aval SGR, entidad nacida en el 2005 bajo el auspicio del Ministerio de Cultura, a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, y de EGEDA, la entidad de gestión de derechos de los productores.
Desde aquel momento, aunque inicialmente cuestionada por algunos, Audiovisual SGR se dedicó a estudiar y avalar, en su caso, proyectos audiovisuales (actualmente también realiza operaciones con cualquier industria cultural) solventes, con la financiación cerrada pero con dificultad para acceder al crédito (descuentos de contratos, ayudas y otros). Para explicarlo por el cuento de la vieja: yo tengo un proyecto, comienzo a moverlo y a (pre)venderlo, si es bueno y tengo suerte, me lo compran un par de televisiones, lo apoya una distribuidora, recibo alguna ayuda pública y, con mucha suerte, consigo unas pocas ventas internacionales o algún otro contrato por product placement u otros. Pero todo esto no son más que papeles, compromisos, simples “pagarés”, que me garantizan que, si acabo la película, me abonarán lo comprometido a la entrega de los materiales (el largometraje concluido, en este caso). Pero mi empresa es pequeña y no dispongo de semejante liquidez para hacer la película. No me queda otra que ir al banco y pedir créditos y/o préstamos para adelantar (descontar) todo o parte de esos contratos y ayudas a fin de poder realizar la producción. La pescadilla que se muerde la cola porque, desgraciadamente, al no disponer de garantías suficientes, máxime en estos tiempos de crisis, ningún banco me quiere adelantar ese dinero. Y es ahí donde entra a funcionar la SGR que, si demuestro con documentación contrastada que tengo cerrada la financiación de mi proyecto, he cumplido con compromisos anteriores y además estoy al corriente de todos los pagos con la Administración (Hacienda, S.S., etc), me avalaran facilitándome que los bancos me proporcionen, a un interés razonable, el adelanto necesario para realizar mi producción.
Decía antes que, cuando se constituyó, hubo empresas (incluso del sector) que, seguramente por ser grandes y no necesitar de avales, criticaron la creación de esta sociedad. Hoy día, con la crisis causando estragos, incluso esas empresas supuestamente “grandes” tienen que acudir a Audiovisual SGR para poder financiar sus producciones. Es más, estoy absolutamente convencido de que si en el 2005 no se hubiese creado este instrumento financiero, a día de hoy no existiría el cine español. Audiovisual SGR es, hoy por hoy, la herramienta más importante y efectiva que las empresas de producción audiovisual tenemos en España.
Pero, hay más (y esto ya va dirigido a vosotros, los profesionales que trabajáis en la entidad). Por si esto fuera poco, el trato que nos dispensais a todos los que esporádica o habitualmente pasamos por ahí es exquisito, y el mismo a todos por igual: “peces gordos”, pequeños y medianos empresarios o estudiantes recién salidos de la facultad. La amabilidad, educación, consejo y esmero que ponéis al explicarnos las cosas, siempre con una sonrisa, hacen que, nada más conoceros, enseguida os veamos como amigos. Porque eso es lo que sois, unos buenos amigos, a la par que unos grandes profesionales enamorados de vuestro trabajo y orgullosos siempre de nuestros éxitos, que son los vuestros, ya que nunca lo serían sin vuestro concurso. Susana, Rafa, Pedro, Jorge, Myriam, Gloria, Patricia, Mónica, María e Imara (espero no olvidarme de nadie), muchas gracias por estar ahí. Menos mal que estáis...
Un fuerte abrazo.
De bien nacidos es ser agradecidos
ResponderEliminar