Hoy,12 de junio, cumplo años. Cuarenta y ocho tacos, nada menos (así, en letra, parecen menos que en número). Y he decidido regalarme un blog. Este blog, Cartas desde mi Toscana. Como sabéis algunos de los que me seguís habitualmente, tengo otros, todos ellos profesionales destinados a hablar de proyectos cinematográficos concretos: losmuertosvandeprisa.bolgspot.com, remandoalnorte.blogspot.com, cuentodelobos.blogspot.com y queridagina.blogspot.com.
Ocurría que al final siempre acababa por escribir sobre temas personales que muchas veces poco o nada tenían que ver con el proyecto en cuestión. Así, desde ahora, centraré mi correspondencia desde este, dejando los otros solo para cuestiones que atañan directamente a aquellos largometrajes.
Hace ya seis años que comencé a escribir blogs. Me introdujo en ello mi amiga Miriam y comencé a publicar en una noche de insomnio del 2005 desde el hotel O cabazo, en Ribadeo, mientras localizaba para mi película Los muertos van deprisa. Aquel blog era anónimo, firmaba como Sean Thorthon y se llamaba Blanca Mañana, un homenaje a El hombre tranquilo de John Ford y a la casita que este tenía en Irlanda, White O'Morning, que luego utilicé como nombre de la taberna de mi película.
Hoy cambio aquellos pagos fríos por otros más cálidos y me voy a la Toscana. Uno de los parajes más bellos del mundo donde siempre he fantaseado con comprarme una casa para ir allí solo a relajarme, a leer, escribir, pintar, escuchar mis viejos vinilos y pasear por el campo. En fin, esos sueños que tantas veces hemos vivido en películas románticas (y a veces algo ñoñas) como Bajo el sol de la Toscana y otras.
El verano pasado, cuando localizaba con Susana, María y Carla para el documental Querida Gina, el mismo día en el que por la mañana cumplí uno de mis deseos, visitar Cinecittá, por la tarde veía atardecer en Brolio, en la casa donde Bertolucci rodó Belleza Robada y os diré que con la luz de aquella puesta de sol, desde lo alto del redondeado otero rodeado de valles de altos cipreses, viñedos y olivos, sufrí una especie de síndrome de Stendhal -no en vano también se le conoce como síndrome de Florencia, capital de la Toscana- y lloré ante la "acumulación de tanta belleza", como lloré al llegar al último capítulo de Humillados y ofendidos de Dostoyevski, o como lloré en el Liceo de Barcelona viendo Turandot, cuando Liú se quita la vida por amor a Calaf, o como lloré en Venecia, con Laura, escuchando un quinteto de cuerda en San Marcos mientras el mundo se hundía.
El verano pasado, cuando localizaba con Susana, María y Carla para el documental Querida Gina, el mismo día en el que por la mañana cumplí uno de mis deseos, visitar Cinecittá, por la tarde veía atardecer en Brolio, en la casa donde Bertolucci rodó Belleza Robada y os diré que con la luz de aquella puesta de sol, desde lo alto del redondeado otero rodeado de valles de altos cipreses, viñedos y olivos, sufrí una especie de síndrome de Stendhal -no en vano también se le conoce como síndrome de Florencia, capital de la Toscana- y lloré ante la "acumulación de tanta belleza", como lloré al llegar al último capítulo de Humillados y ofendidos de Dostoyevski, o como lloré en el Liceo de Barcelona viendo Turandot, cuando Liú se quita la vida por amor a Calaf, o como lloré en Venecia, con Laura, escuchando un quinteto de cuerda en San Marcos mientras el mundo se hundía.
Ocurre que, mientras espero a poder cumplir mi deseo de retirarme a la Toscana en cuerpo y alma, la Toscana de este blog puede estar en cualquier lugar, porque no es un sitio físico sino un estado de mi mente. Aquel a donde me retiraré siempre que quiera descansar y escribir tranquilamente mi correspondencia, como se hacía antes, con papel y pluma estilográfica, esa preciosa pluma Montblanc que me regaló mi exmujer con la que siempre comienzo a escribir las cosas importantes.
Le escribiré cartas a amigos y desconocidos, a famosos y gente anónima, a personajes de ficción y personas de carne y hueso, a vivos y muertos. Salvando las lógicas distancias y posibles comparaciones, la idea me surgió al recordar aquel precioso librito del patriarca de Venecia, Albino Luciani, titulado Ilustrísimos señores, compuesto por una recopilación de cartas que escribió a personajes históricos, reales o no, el que luego llegaría a ser papa Juan Pablo I, de tan breve pontificado.
Comienza aquí, pues, mi blog epistolar. Espero que sea de vuestro agrado y recordad que también a mí me gusta recibir correspondencia de vez en cuando. Sed felices.
Precioso comienzo Angel! Gracias por compartir tu Toscana con nosotros!! un bacio grande!
ResponderEliminarVictoria (la güiri)
Gracias a ti, que además has sido la primera en contestar. Grazie mille. Un bacio forte :)
ResponderEliminarDisfruta de tu día! 48 no es ná, estás hecho un mozuelo. Espero que en tu rincón de la Toscana también tengan cabida las brujillas de bien... ;) Un besazo.
ResponderEliminarAcabo de entrar en tu blog y no te conozco pero FELICIDADES! cuarenta y ocho tacos y en la Toscana
ResponderEliminarpara palpitar en su luz y en su arte, es uno de mis paraísos encontrados, seguiré tu blog. Que lo disfrutes con un buen vino y la luz del atardecer te inspire.
Una mortal bien viva.
Me gusta tu Tocana, es un lugar muy confortable y bello, estoy seguro que en tan bonito lugar tus cartas serán una maravilla.
ResponderEliminarFelicidades y sigue siendo tu mismo, nos gustas mucho así.
Muchas gracias, Brujita. Por supuesto que en las casas de la Toscana también hay brujitas... una casa sin brujitas no es un hogar ;)
ResponderEliminarGracias, mortal bien viva. Desde luego que es un paraíso. Lo disfrutaré con un Chianti, claro.
Muchas gracias, Antonio. Espero que me inspire para redactar hermosas cartas. Un abrazo grande.
Precioso inicio de un seguro que interesante diario angelillo. Sin duda no se me ocurre un mejor lugar que la Toscana, sea real o imaginaria, para descansar los pensamiento. Guardáme un silloncito pequeño aunque sea, yo también espero visitarte. Cuarenta y ocho(ya te lo escribo también en letra para no inquietarte)no es nada, hace creo que 12 años que te conozco y sigues igual, con la misma intensidad, la misma determinación, la misma ilusión por las cosas,el mismo gusto por la música, la literatura, el cine,el vino, la buena mesa... y hasta me da la sensación que las mismas canas. Sigue así por muchos años más. Disfruta de este día y cómo dirías tú, sé feliz. Un beso
ResponderEliminarQue lindo regalo te has hecho. Una forma maravillosa que celebrar un cumpleaños, en el más bello rincón de tu Toscana.... Te seguiré...
ResponderEliminarSé feliz. Un beso grande....
Enhorabuena Ángel!
ResponderEliminarLa Toscana también fue mi refugio hace algún tiempo. Maravilloso destino el que has escogido, si señor. Un abrazo.
Gracias, Miriam. Precioso también tu comentario. Un beso :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Tania. Te espero por aquí.
Gracias, Paco. Un abrazo.
yo también quiero estar bajo el sol de la Toscana! este blog promete, Angelillo, pero para de escribir en tantos sitios distintos que empieza a ser dificil seguirte. besiños
ResponderEliminarGracias, María. Procuraré escribir más a menudo en este. Un beso :)
ResponderEliminarEntré aquí por casualidad... o no! Los 48 me esperan a la vuelta de unos meses..¡y la vida sigue sorprendiéndome, crece mi pasión por vivirla, voy despojándome de antiguos temores! ¿Sentís lo mismo? Esta noche, fin de un día agitado, buscaba descansar en Toscana y el buscador me depositó en tu blog. No pisé Toscana pero como vos declarás, esta Toscana puede estar en cualquier lugar, porque es un sitio de mi mente. Parte de mis ancestros provienen de allí y aunque vivo en mi preciosa e inconmensurable Argentina, me gusta soñar en este horizonte y refugiarme en sus rincones. Gracias por compartirlo. Y no dejes de soñar!!! ¡Feliz vida!!!
ResponderEliminarme gustaria fotos de los lugares mas bellos de toscana
ResponderEliminarMi ilusión es estar bajo un ciprés de La Toscana,me parecen árboles místicos, se elevan al cielo y parece que llegan ha tocarlo.Si el paraíso existe está en La Toscana, buen sitio para descansar, meditar y escribir. Un saludo ,acabo de descubrirte.
ResponderEliminardesde que vi en un repostaje sobre la tosocana me interesé tanto q sueño y fantaseo con estar ahi. dice un libro de un conocido escitor: cuando algo se desea todo el universo conspira a su alredeor para que ese algo se haga realidad. y mi proyecto es ir algun dia maravilloso lugar. muchas felicidades con lo que escribes mi mente vuela tanto como si estuviese ahí.
ResponderEliminarllego tiempo despues de tu cumple, llego porque buscaba imagenes de toscana para hacer un mural en mi comedor y que parezca que entre columnas estoy en la Tosca de la pelicula que recién ví y me hace sentir identificada. Me gustaria que vos fueras quien envie una imagen ya que tenés el lugar de mis sueños desde adentro. (Bajo el sol de la Toscana)
ResponderEliminarUn sábado de abril 2013, solo intentaba localizar alguna imagen de la Toscana, y he llegado hasta este blog ,donde he encontrado el reflejo de mi sueño...Por un momento ha sido emocionante leer tu relato en la Toscana, casi he visto la puesta de sol. Tal vez algún día pueda vivirlo,ese es uno de mis sueños, tal vez algún día podría vivir allì...
ResponderEliminarAl parecer ha sido una coincidenca encontrar este blog hoy y que hoy mismo estes de cumple, feliz día Ángel. Toscana es un lugar fascinante, que inspira y se refleja la majestuosidad de la creación. Tambien es mi sueño vivir allí y álgun día, ojalá, conocer... saludos desde Colombia.
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