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domingo, 3 de junio de 2012

De gintónics y amigos


Querido José Antonio:

Te debía una carta así que, aprovechando que vienes a Coruña de visita, me pongo manos a la obra.

Nos conocemos desde hace doce o trece años pero contigo tengo la sensación de que te conozco de toda la vida, como si hubiésemos compartido pupitres vecinos en la infancia, allá en tu Portugalete natal, o en la juventud de estudios de Derecho y vinitos en Bilbao, ¡aúpa! Hasta tal punto he llegado a sentirlo que a veces me parece recordar aventuras y trastadas propias, vividas en mi juventud, compartidas contigo.

Sé, por amigas y amigos comunes, que no soy el único que disfruta de esa sensación. Supongo que ello es debido a la simpatía, lealtad, cariño y camaradería que vas regalando por ahí a todos aquellos que te conocen. O sea, por obsequiarnos a los demás con tu amistad que, de entre las muchas virtudes que emanan de tu persona, es la que más te representa junto con la generosidad. Que yo conozca, creo que eres la persona considerada como "mejor amigo" por mas gente. Y, si eres uno de los "mejores amigos" de muchos de nuestros amigos, ya no digamos nada de nuestras amigas, porque pocas veces he conocido a nadie con tanta empatía con las mujeres como tú, sinceramente. Virtud esta de la que tú siempre te quejas, alegando que preferirías ser esposo, novio, amante, aventura de verano o rollito de primavera, antes que "mejor amigo". Te gustaría ser un canalla, sí, lo sé. Pero los canallas no tienen la sensibilidad que tú tienes, la fingen. Tú la irradias, la exhalas, la despides por todos los poros de tu piel. En ti es verdadera, sincera, auténtica. Como tú: noble, caballeroso, leal, espontáneo, apasionado, vivo, afable, franco, lleno de bondad.

Eso, chico, es un don, como la fe, se tiene o no se tiene. Solo a ti te llevarán tantas mujeres para siempre en su corazón. Todos tus amigos codiciamos lo mismo, pero nos tenemos que resignar con hacerte hueco a ti, también en nuestros corazones, porque eres un referente. Chapeau!

Y, ya que hablamos de referentes, cada día más, cuando me pongo a escribir y me atasco o me meto en un atolladero, o simplemente quiero escribir una secuencia de la forma más original, tierna o divertida, me pregunto aquello que se preguntaba Billy Wilder sobre Lubitsch y me digo a mí mismo: "¿Cómo lo haría José Antonio?". Creo que ya te dije alguna vez que, algún día, tu forma de escribir, tu estilo, se hará merecedor de un adjetivo en el diccionario de la Real Academia y, ya que las voces "pastoril" y "pastoral" está ocupadas, habrán de inventar el término "pastoriano" o "pastoresco" para describir la ironía, humor, sensibilidad, sentimiento, ternura, emoción y requiebro que destilan tus guiones, cuentos y relatos y que son tu más efectiva y veraz marca de fábrica, tu mirada propia y personal. Otro referente como contador de historias.

En fin, he de confesarte que, cuando me ofrecieron dar clase en la Universidad Europea de Madrid, no hubiese aceptado esos pesados vuelos semanales A Coruña-Madrid y viceversa, si no hubiese tenido esa habitación de invitado permanente (casi okupa) en tu casa, pero sobre todo porque aquellos viajes me daba la oportunidad de tomarme un vino contigo al mediodía y, sobre todo, un gintónic por la noche, un lunes o martes cualquiera, excusa que usábamos para autofotografiarnos y mandar la foto al mayor número de personas que conocemos... Tengo una inmensa colección de fotos sobre esas exaltaciones alcohólicas de la amistad. Y me encantan porque, gracias a ellas, puedo presumir con orgullo siempre que las enseño: "Sí, yo soy amigo de José Antonio Pastor".

Hace poco me pediste que no cambiara nunca. Hoy soy yo el que tiene que pedirte que no cambies, jamás, por favor. Tus amigas y amigos te lo agradeceremos siempre. Gracias por estar ahí. 

Te espero en esta tu casa. Tusa y Nena esperan también, de garras abiertas, a Ona. ¡Bienvenidos!

Un gran abrazo!


4 comentarios:

  1. Tengo el orgullo y el honor de haber compartido una de esas noches de gintonic, y de poder confirmar todas y cada una de las virtudes que al vasco le atribuyes… buen amigo y mejor persona, que debería estar orgulloso de una descripción como esta.
    Salud y ginebra!

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  2. Que carta tan encantadora, Ángel! Y no es para menos, estás hablando de Pastor. :) Que lindo es ver estas amistades. Que perdure por siempre. Un abrazo. Y claro, sé feliz...siempre! Besos desde RD.

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