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jueves, 28 de noviembre de 2013

Thanksgiving Day & Beaujolais Noveau

Tradicionalmente el tercer jueves del mes de noviembre, es decir, hace hoy una semana, llega a Francia la nueva cosecha del vino Beaujolais. La primera vez que yo visité París, en un viaje de 4 días como premio por haber ganado un concurso literario de cuentos, era también un tercer jueves del mes de noviembre y allí descubrí entusiasmado que le Beaujolais Noveau est arrivé. Aquí difícilmente se puede encontrar hasta por lo menos una semana después. Y precisamente una semana después, es decir, hoy, cuarto jueves de noviembre, se celebra en Estados Unidos el Thanksgiving Day o Día de Acción de Gracias, donde las familias norteamericanas se reúnen para comer pavo, muchas veces acompañado precisamente de un joven Beaujolais. La verdad, me extraña que todavía no lo estemos celebrando aquí porque no en vano, gracias a la potente industria cinematográfica americana que nos ha ido colonizando poco a poco con su cultura y sus costumbres, ahora también celebramos en Europa el Halloween en vez de las tradicionales festividades de Todos los Santos y Difuntos, trasladando nuestro carnaval a esas fechas. Sí, ya sé que hay quien lo justifica diciendo que el Halloween no es más que el ancestral Samaín celta que inicialmente fue llevado de aquí para allí... Pero es que también la primera celebración de Acción de Gracias -agradecimiento por las buenas cosechas-, fue llevada a cabo por primera vez en el Nuevo Mundo, sobre el territorio que después sería EE.UU., por los españoles, el 8 de septiembre de 1565, en el fuerte San Agustín, actualmente Saint Augustine, en el estado de Florida. Así que ya veis, también fue de aquí para allí. Claro que para dar gracias y comer pavo (o capón de Villalba), no hace falta esperar al cuarto jueves del mes de noviembre. Para beber el Beaujolais Noveu, si no es en París, sí. Muchas gracias. Sed felices! ;)

sábado, 23 de noviembre de 2013

Homenaje

Por un lado tenemos a Ortega y Gasset que decía: "yo soy yo y mis circunstancias". Por otro a Sartre que, en la misma época, postulaba: "somos la suma de nuestros propios actos". Si unimos ambas afirmaciones podríamos sentenciar: "yo soy yo y la suma de mis actos y circunstancias". Entendiendo tales actos y circunstancias como el conjunto de hechos y personas que se arremolinan alrededor de nuestras vidas y las atraviesan en determinados momentos para pasar entonces a formar ya parte inextricable de nosotros mismos para siempre.

Siempre lo he pensado así. Y, siendo así, cuando recibo un premio pienso que gran parte del mérito no es mío, sino de los actos y circunstancias ajenas a mi propio ser que me han hecho llegar hasta donde estoy. La verdad es que cada uno de nosotros es como es, en parte, por el contexto en que vive y por las personas que ha conocido a lo largo de su existencia y que le han influenciado de alguna manera. Yo soy así, con mis escasas virtudes y mis muchos defectos, para lo bueno y lo malo, porque nací, me crié y vivo en la época y en los lugares que me han tocado en suerte y porque he conocido a toda la gente que ha pasado por mi vida y que de una forma u otra ha influido en mí desde que vine al mundo: familia cercana y lejana, profesores, compañeros de colegio, colegas de la mili, jefes, empleados y compañeros de trabajo, parejas y exparejas, alumnos y exalumnos, amigos -incluidos los de las redes sociales- y examigos, personas magníficas y auténticos cabronazos (que de todo te encuentras), admiradores e ídolos, conocidos y gente anónima que un día rozaron tu vida apenas unos instantes, del mismo modo que también te influyen las lecturas, sueños, vivencias, experiencias, amores, desamores, éxitos y fracasos, enfermedades, locuras, aciertos, errores y demás.

Como mi cuerpo, que está compuesto por millones de átomos que ya han formado parte de otros seres y elementos del universo, todos provenientes de una primera partícula primigenia, y que tarde o temprano se descompondrá para dejar que estos minúsculos corpúsculos que hoy me constituyen vayan a integrar otros objetos y seres, así también se ha forjado mi carácter, intentando aprovechar lo mejor de quienes se han cruzado conmigo por el camino, vampirizándolos, aprendiendo, amando, mimetizándome con ellos, y también intentando darme en la medida de mi capacidad, para que algo de mí forme parte de ellos, en un intento de generosa simbiosis quid pro quo de ida y vuelta.

De modo que, cuando familia, amigos y compañeros me hacéis un homenaje, en realidad debería yo también homenajearos a vosotros porque todos vosotros sois parte de mí, razón y causa a la vez de mis presuntos logros.

Muchas gracias. Mis éxitos son los vuestros. Este es mi homenaje. Va por vosotros! Sed felices! ;)